La educación pública comenzó poco después de la Separación de Panamá de Colombia en 1903. Los primeros esfuerzos fueron dirigidos desde un punto de vista extremadamente paternalista de las metas de la educación, según lo evidenciado en los comentarios hechos en una reunión en 1913 de la Primera Asamblea Educativa Panameña, “El patrimonio cultural dado al niño se debe determinar por la posición social que él debe o deberá ocupar. Por esta razón la educación debe ser diferente de acuerdo con la clase social a la cual el estudiante debe ser relacionado.” Este foco elitista cambió rápidamente bajo la influencia de los Estados Unidos
En los años 20, la educación panameña se suscribió a un sistema educativo progresivo, diseñado explícitamente para asistir al individuo capaz y ambicioso en busca de movilidad social ascendente. Los gobiernos nacionales sucesivos dieron alta prioridad al desarrollo de un sistema de (por lo menos) la educación primaria universal; en los últimos 30 años, un cuarto del presupuesto nacional fue asignado a la educación. Entre 1920 y 1934, la matrícula de la escuela primaria se duplicó. El analfabetismo del adulto, más del 70 por ciento en 1923, cayó más o menos a la mitad de la población del adulto en apenas más de una década.